Pero, si por algún motivo no te apetece pintar mi mundo conmigo, puedes hacer otra cosa. Ven, abrázame, bésame. Sé tú mi pincel y mi pintura. Pinta una sonrisa en mi cara, haz que mi pelo se vuelva loco al viento, haz que me ponga colorada y que mis labios no se queden sin color. Con todo esto habrás conseguido hacer relucir mis ojos, transmitir toda mi felicidad y transformarlo todo mejor de lo que ningún barniz es capaz de hacer en este mundo. ¿Y sabes por qué? Porque me harás verdaderamente feliz, me harás sentirme bien, me sonrojaré de verdad y sonreiré contigo. Me harás sentirme, por un momento, como la musa inspiradora de un gran artista. Porque puedo vivir en blanco y negro, puedo vivir sin colores, pero no puedo hacerlo sin ti.
[E.Bueno]
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