miércoles, 29 de febrero de 2012

Querido Diario.


Querido Diario, estoy perdida. Hoy he tenido un sueño precioso, tan precioso que no sabría decirte si era realmente un sueño. Quizá, y solo quizá, fuera una fantasía mía, de esas que suelo tener habitualmente, de esas que se me vienen a la cabeza en cualquier momento y en cualquier lugar, que me dejan con cara de boba y con una sonrisa ladeada. Conociéndome, sabrás ya de qué iba ese sueño. Él. ¿Quién sino? El sol entraba por la ventana abierta, un viento cálido movía las cortinas blancas, las paredes pálidas reflejaban la luz, una chica dormía en una cama situada en una esquina de la habitación mientras un chico precioso la miraba casi sin pestañear. Él. Él y yo. Me retiraba el pelo de la cara, sonreía y me decía algo al oído. Y yo abría los ojos poco a poco, despacito. Veía su cara hermosa, como de película y sonreía. Querido Diario, quisiera sentirme todos los días como me he sentido hoy, quisiera que me despertara hablándome al oído, quisiera tenerle todo el tiempo conmigo. Quisiera dormirme a su lado para luego sentirme como la chica de mi sueño. Querido Diario, gracias por escuchar mis fantasías inútiles.
[E.Bueno]

martes, 28 de febrero de 2012

Ten cuidado, si juegas con fuego acabas quemándote.


- Lo siento.
+ ¿Qué sientes, feísima?
- Prometimos una cosa, hicimos un trato, ¿recuerdas?
+ Claro, ¿cómo no lo voy a recodar?
- Es que… creí que podría cumplirlo fácilmente, creía que sería pan comido. La gente me avisó, me dijo: “Ten cuidado, si juegas con fuego es probable que te quemes.” Pero yo no les hice caso. Pensé que no sería un gran reto para mí, que lo tendría todo bajo control.
+ No te entiendo… ¿Qué quieres decir?
- Espera, déjame acabar, ahora que he conseguido empezar quiero terminarlo.
+ Vale, continúa.
- Llevo ya un tiempo pensándolo… El caso es que, ya me conoces, cambio de opinión cada dos minutos, nunca estoy segura de nada. Pero poco a poco creo que me voy dando cuenta de lo mucho que la he cagado… Joder, mírale. Con sus ojos marrones, sus rizos castaños, esa sonrisa que me encanta... Su cabezonería que, no sé cómo, es todavía mayor que la mía. Su manera de dejarme sin argumentos, de llevar siempre la razón. Sus extrañas aficiones que le hacen tan encantador… ¿Cómo no he podido darme cuenta antes? Lo siento. Nunca debí firmar aquel contrato. Ahora es demasiado tarde, ya lo he incumplido.
+ Ya, vale ya lo entiendo…
- Es que lo prometimos, prometimos que aquello solo sería un juego, que nunca llegaría a nada más. Y yo le he fallado. He caído, he perdido. Y lo peor de todo es que esto no me afecta únicamente a mí, también le incumbe a él. Le prometí que aquello no sería un problema, que yo tampoco quería complicaciones y, por intentar librarme de ellas, ahora estoy llena de dudas. Y me reconcomen por dentro, ya no soy la misma que hace unos meses, me noto más sosa, más apagada, con menos fuerzas, con menos imaginación. Y me duele un montón, porque era precisamente esto lo que quería evitar. Quería evitar caer en la rutina y me he dado de bruces contra ella.
+ Pero, si tan insegura estás de todo, ¿por qué sigues con ello?
- Eso es lo peor de todo. Es que, ¿cómo me voy a separar de aquello que me hace feliz? Pero este no era el trato que teníamos. La he cagado, la he cagado pero bien.
[E.Bueno]

viernes, 17 de febrero de 2012

Mi pequeño gran tesoro.


Un minuto y, al mismo tiempo, una eternidad. Una sonrisa y un abrazo. Un secreto compartido, una sorpresa planeada. Montones de momentos especiales con alguien especial. Tú. Aquella que siempre tiene una sonrisa preparada, aquella que siempre tiene todo listo para sorprenderte. Aquella que siempre tiene una broma puesta a punto, la que siempre tiene algo entre manos. La más bonita, la más valiente, la más tonta. Mi niña, mi pequeño gran tesoro. De valor incalculable. Una suerte. Mejor que un soplo de aire fresco en verano, mejor un trago de agua fría cuando tienes sed, mejor que un bocado cuando tienes hambre. Tú, mi amiga, mi hermana. Mi vida. Quiero que sigas durante mucho tiempo junto a mí, quiero que estés siempre conmigo. Quiero que, durante muchos años, sigamos riéndonos juntas, sigamos preparando sorpresas, sigamos compartiendo secretos. Quiero que durante mucho tiempo sigas siendo mi tesoro.

[E.Bueno]

domingo, 12 de febrero de 2012

Hazme libre.

Como peces en una pecera de cristal. Como flores en un jarrón de barro. Como animales salvajes en un zoo. Como mariposas cazadas por un niño travieso. Como letras en un papel escrito. Como las lágrimas contenidas del valiente. Como las palabras que jamás verán la luz del sol. Como los secretos más profundos de uno. Encadenados, atrapados, condenados. Pero hagamos un poco más corto nuestro cautiverio. Sé tú el agua que da la vida al pez. Sé la luz que ilumina las flores. Sé el aire que mueve mi pelo. Sé el despiste que deja libre a la mariposa. Sé la voz que da la libertad a las palabras. Sé mi libertad. Sé el motivo de mi sonrisa. Sé el brillo de mi mirada. Haz que me sienta un poco más libre en mi pecera, que siga con mis colores vivos aun estando en el jarrón, que mis cadenas estén un poco más flojas, que la red se deshilache dejándome suelta. Haz que, aun estando enjaulada, me sienta libre.

[E.Bueno]

viernes, 10 de febrero de 2012

Cuando eso pasa.


Cuando un “tengo frío” se convierte en un “abrázame y no me sueltes”. Cuando un “tienes chocolate en los labios” significa “déjame besarte”. Cuando un “pues te quito tu reloj y me lo quedo para mí” es un “no necesitas saber qué hora es, quédate conmigo para siempre”. Cuando las horas pasan como siglos si estamos separados y apenas duran dos segundos si estás conmigo. Cuando paso el día contando el tiempo que me queda para verte. Cuando, por las noches, cuando estoy en la cama, cierro los ojos y solo te veo a ti, con tu sonrisa, tus ojos marrones y tu pelo ensortijado. Cuando cada cosa que veo me recuerda un poquito a ti. Cuando paso más tiempo en las nubes que en ningún otro lado. Cuando te estrecho contra mí y te susurro al oído que no me sueltes. Cuando eso pasa es porque algo ha cambiado. Es porque en mí pasa algo diferente. Es porque poco a poco me has ido ganando. Es porque poco a poco me has ido enamorando.

[E.Bueno]