jueves, 5 de abril de 2012

Querida “yo del pasado”:


Buenos días. Estoy segura de que acabas de terminar de desayunar y te has puesto a mirar el correo, como haces siempre. Te preguntarás de quién es este mensaje, es que he cambiado de dirección. Soy tu “yo del futuro”. Ahora que se ha puesto tan de moda mandarse cartas a una misma, yo también me apunto.
He decidido mandártela a Abril de 2012 porque sé que estás pasando una mala temporada. Sé que ahora piensas que no podrás seguir adelante, que estás condenada a vivir en ese bache. Pero tranquila, saldrás de ahí, te lo aseguro.
Yo también recibí ayuda entonces. Me llegó un mensaje de una extraña que decía querer ayudarme. Al principio la tomé por una loca, como seguro que tú también harás conmigo, pero con el paso de los años me he ido dando cuenta de que tenía toda la razón. Tarde o temprano, tú también te darás cuenta.
Sé por experiencia propia que lo que te voy a pedir te resultará muy complicado, que dirás eso que tú y yo solemos decir, eso de “Claro, para ti es fácil decirlo, ahora que ya has pasado por todo esto”. Sí, tienes razón, no es fácil. Pero te voy a decir una cosa; eres fuerte, somos fuertes.
Quiero pedirte que sonrías. No te puedes ni imaginar la de gente a la que le encanta verte hacerlo. Y no, no hablo solamente de papá y mamá. Esa sonrisa cálida y amable que tienes cuando estás contenta es capaz de hacer feliz a mucha gente, más de la que tú puedas pensar.
Sé feliz, disfruta de tu momento y aprovecha las oportunidades que vayas encontrando. Porque, ¿quién sabe si volverás a  tenerlas a mano? Te equivocarás miles de veces, lo sé. Sufrirás en muchas ocasiones, inevitablemente sí. Pero recuerda eso de “Quien no arriesga, no gana” porque te puedo asegurar que estarás en el bando vencedor en numerosas ocasiones.
Quiero que seas fiel a lo que crees, que no lo dejes nunca por más que el resto lo haga. Porque cada uno es lo que cree. Estamos hechos de ideales y sueños, cuida los nuestros. Muchas veces te resultará difícil pero sé que al final lo conseguirás, que no me defraudarás.
No le des más vueltas a eso que te ronda por la cabeza, te estás haciendo daño. Pasa de página o, si no eres capaz, cambia de libro. Tendrás muchos obstáculos a lo largo de tu camino, la vida no es fácil, pero habrá montones de cosas por las que merece la pena seguir adelante.
Cuida de tus amigas, se lo merecen. También ellas te cuidaron y te cuidarán en tus peores momentos. Apóyalas cuando lo necesiten. Aguántalas cuando se pongan difíciles, nosotras tampoco somos fáciles en muchas ocasiones. Dales todo lo que tengas porque  recibirás mucho más a cambio.
Cuando tengas ganas de llorar, llora. No ocultes tus lágrimas pues no son muestra de debilidad. Al contrario; demuestran fuerza, demuestran que a pesar del dolor eres capaz de seguir adelante, demuestran valentía y demuestran fe en una misma.
Sé que seguirás mis consejos o que, por lo menos, lo intentarás. Sé que sufrirás mucho pero también sé que te curarás. Por favor, no te rindas nunca.
Muchos besos de tu “yo del futuro”.
[E.Bueno]

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